El Barnett Capital Bank fue una pequeña institución bancaria fundada por un grupo de venezolanos en un paraíso fiscal del Caribe que desde sus inicios despertó querellas entre instituciones financieras que provocó luego la filtración de los FinCEN Files, proyecto de investigación periodística que duró 16 meses, obtenida inicialmente por BuzzFeed News, dichos documentos constaron en 2.000 reportes secretos enviados por entidades financieras de EEUU a la unidad de inteligencia del Departamento del Tesoro de ese país (FinCEN), de los cuales uno de los más resaltantes fue uno hecho en agosto del 2012, en el que oficiales de la sucursal del Bank of China de New York, referían a 157 operaciones en calidad de intermediarios ellas por un monto superior a 30 millones de dólares que el Barnett Capital Bank estaba como beneficiario, y dónde además señalaban que se montó representaba casi la mitad de los 61 millones de dólares en activos con los que el Barnett aseveraba poseer.
Una pequeña institución financiera con apenas dos empleados y sede en Dominica estaba manejado por directivos que residían en Venezuela entre los cuales figuraban los nombres de Rodrigo Fernández Tinoco y Carlos René Colimodio Finol. Estás transacciones financieras no serían tan particularmente extrañas si no estuvieran relacionadas con el año de elecciones declives en Venezuela. Ese año, la cúpula chavista a través de la maquinaria del estado hizo un gigantesco gasto público para asegurarse una victoria en las últimas elecciones de Hugo Chávez, y grandes operaciones con bonos de la deuda soberana de Venezuela se hacían efectivamente casi a diario, tanto así que llamó la atención del Bank of China para que estos informarán de estas transacciones al departamento del tesoro.
Tales transacciones llamaron la atención cuando en detalle se observó que el Barnett recibía pagos de empresas con cuentas en Panamá y Venezuela y giraba fondos a » individuos y negocios» en bancos de Estados Unidos y de otras jurisdicciones extranjeras. este banco sospechoso llegó a Dominica, paraíso fiscal conocido por su máxima privacidad para la Constitución de offshores, viajando desde otra Isla vecina, Antigua.
En 2007 comenzaron pensiones entre los accionistas Osío y Sotillo, de un grupo Financiero llamado Davos Financial Group, donde el ambiente laboral era cualquier cosa menos amigable, hasta que en 2010 la sociedad se separó, con disparidades qué terminaron en los tribunales del sur de Florida, en las que figuraron una serie de delitos que pueden ser tipificado como: robo de información, auto préstamos a directivos, compra de inmuebles de lujo para uso personal, y – en el caso de Davos- vínculo con la estafa asociada al esquema piramidal por el que finalmente procesan en Connecticut El Financiero venezolano Francisco Illarramendi: Juan Montes, el ex ejecutivo de PDVSA que a cambio de sobornos por $5.000.000,00 en el Davos facilitó el uso de los recursos del fondo de pensiones de los trabajadores de esa empresa. Eso agregando que el propietario de Davos, David Osío, fuese identificado como uno de los «banqueros del chavismo».
La relevancia que para dados tenía sus clientes fue lo que motivó a crear el Barnett Capital Bank en Dominica: «No los iban a dejar ir», desacuerdo en estos planteamientos terminó en una querella judicial con elevados gastos y daño reputacional, donde al final parte del arreglo consistió en que alguno de los préstamos se intercambiaran entre ambas instituciones, es decir, entre davos y el Barnett, y otros fueron cancelados. Sin embargo, los problemas salieron a flote ya para el 2012 cuando el Bank of China elaboró el reporte declarando, entre otras cosas, falta de claridad con la presencia física del banco Barnett evidenciándolo con la inexistencia de gastos de renta o de propiedad o la tenencia de una oficina.
El año de la elaboración de este reporte coincidió con dos eventos contrapuestos, por una parte, fue el año de un pico de una bonanza petrolera ampliada, y por otra parte era el año donde los analistas de riesgo recomendaban salir de posiciones en deudas venezolanas, todo ello junto con el comienzo de la baja de producción y problema de efectivo de PDVSA que comenzaron a inquietar a tenedores de deuda, contratistas, entre otros; este disparate reventó en la creatividad de que PDVSA ante la emergente falta de liquidez beneficiar a la contratista Energy Soal Spa, conceden Génova, a la que literalmente se le pagó con un producto abundante en las costas del estado Anzoátegui en Venezuela, Coque, y en lo que aparentemente género el deterioro de las instalaciones de embarque de productos sólidos desde el 2007, que incluyó el incendio de la transportadora de Coque en 2009, impidió posteriormente el despacho de material, que comenzó a apilarse hasta formar lo que los vecinos de la zona y periodistas llaman ahora «La cordillera negra», un problema de ambiente de seguridad industrial del que se hicieron de la vista gorda estos negociantes que incluso decidieron mantenerlo así pues representaba una oportunidad de negocio, esto porque era más factible pagarle a este empresa italiana en especie que en dinero, y que los ingresos de las ventas fueran utilizados para pagar al las subcontratistas indicadas por PDVSA encargada de los proyectos de vivienda así como de reparar la banda transportadora dañada en 2009.
Pero como era de esperarse, PDVSA no cumplió obligaciones causando que se generarán acciones legales que no se tomaron en Caracas sino en Luisiana, en Estados Unidos, acciones tales en las que la empresa italiana aspiraba absorber CITGO y del cual el tribunal de Luisiana negó la jurisdicción y dio el caso por sobreseído. Pese a ello la empresa italiana en 2017 tras diversas maniobras intentó cobrarse algún dinero invocando la indemnización por créditos marítimos, queriendo embargar cargamentos de crudo de parte de PDVSA, en lo que apenas representaba un 14,7% del total de deuda de PDVSA con la Energy Soal Spa, sin embargo no tuvo éxito porque PDVSA nunca hizo el depósito aparentemente por presuntos impedimentos de terceros, que se presume eran nuevos actores incorporados a la trama, y qué más tarde ya era un vasto apoyo a las arcas del régimen chavista, de momentánea liquidez.
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