Desde el inicio del actual gobierno una política de estado era impulsar el turismo para lograr la reactivación económica. La verdadera sorpresa nos la llevamos con el decreto que designó al actual director del INTRANT, que tiene vínculo directo a CONATRA, y los conflictos en zonas turísticas no se han hecho esperar pues aunque las personas se sienten mas confiadas y seguras del servicio que ofrece Uber, los sindicatos transportistas han entorpecido a esta empresa y han contado con la presión del referido órgano regulador que le ha dado prácticamente un ultimatum a Uber de registrarse como empresa de transporte, cosa que los propios sindicatos nunca han hecho y han gozado de la protección y subsidios gubernamentales. Toca que el presidente emita un decreto destituyendo al actual director por otra persona que sea realmente imparcial para mejorar el transporte. Han puesto un gato a supervisar el transporte.
Otra sorpresa que nos podemos llevar es que, a pesar de que se prometió adecentar la cancillería, el embajador Miguel Mejía sigue cobrando con título de embajador y hablando muy mal de su jefe, el canciller Roberto Alvarez, respecto de la postura que tiene el pais hacia Venezuela. Esto amerita que en el mismo decreto que cancele al director del INTRANT lo mismo se haga con este embajador. Han dejado una rata haciendo diplomacia.
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