No es un pastel


Los seres humanos usualmente interpretamos nuestra realidad vía acercamientos, algunos conceptos  por su complejidad son entendidos vía ilustraciones que pretenden simplificar o llevar a lo intuitivo ciertas ideas, es así como se usa el símil del viejo bodeguero para explicar la necesidad de un manejo prudente de los flujos de caja y la liquidez  en la administración financiera del estado.

Estas ilustraciones algunas veces son acertadas y en otras ocasiones nos alejan de la verdadera naturaleza del tema en cuestión, por ejemplo los recursos no renovables se los ve como leña apilada en un rincón que se va usando a un ritmo determinado hasta que se agote y esto aunque suene intuitivo señalando la finitud del recurso se olvida que como se implementen y los fines de estos es lo realmente importante, lo relevante no es la cantidad de petroleo en todos los yacimientos del mundo sino el motor de combustión que al utilizarlo como insumo le da sentido. Es la tecnología y las necesidades satisfechas que esta nos brinda lo que reviste de importancia temporal uno que otro recurso al punto que una mejora de la eficiencia es equivalente a un incremento de las existencias y un cambio en el insumo necesario convertir las existencias en algo irrelevante, de que te sirve el petroleo en un mundo que resulta mas eficiente fuentes renovables  de energía.

Este preámbulo nos deja claro que ciertas explicaciones podrían ser intuitivas pero al mismo tiempo totalmente incorrectas y este es el caso de la inmigración, usualmente el mercado laboral tiende a verse de la misma forma en que anteriormente definía el petroleo que es visto desde la escasez, de la misma forma es incorrecto este acercamiento del mercado laboral, como bien indica el economista Huerta de Soto:

«Los seres humanos no son un factor de producción uniforme, y no se comportan exclusivamente en términos biológicos en relación a los recursos escasos, como es el caso de las ratas y otros animales, que cuando su población aumenta tiende a disminuir los recursos disponibles para cada individuo. Por el contrario, los seres humanos están dotados, y en entornos institucionales apropiados, pueden hacer uso de su innata capacidad creativa empresarial. En un entorno dinámico, un aumento de la población permite el descubrimiento continuo y la explotación de nuevas oportunidades, y por lo tanto un crecimiento sin límite en el nivel de vida.

La mente humana tiene una capacidad limitada para asimilar información (o conocimiento), mientras que el proceso social, impulsado por el espíritu empresarial, produce un volumen cada vez mayor de información. Por lo tanto, el avance de la civilización requiere una continua extensión y profundización de la división del trabajo o, si se prefiere, de conocimiento. Esto simplemente significa que el proceso de desarrollo implica, desde un punto de vista vertical, un conocimiento cada vez más profundo, especializado y detallado, que, para extenderse horizontalmente, requiere un número creciente de seres humanos, es decir, un crecimiento constante de la población.»

El mercado laboral es la suma de miles de acuerdos libres entre individuos que tienen necesidades y otros que de alguna forma pueden ayudar a su satisfacción, esa relación social que llamamos trabajo tiende al mismo numero de las potenciales necesidades, es decir,  es prácticamente ilimitado lo que puede hacer el ingenio humano siempre en cuando el estado no establezca límites a la creatividad empresarial mencionada por el profesor Huerta de Soto.

 En un enfoque mas clásico quizá  escucharías  sobre demanda y oferta, en esos términos podemos plantear que inmigrantes que ofrecen su fuerza laboral no reducen la cantidad de trabajo disponible sino que la aumentan ya que entran también del lado de la demanda como se define en la ley de Say, es decir, tu entras a trabajar pero al mismo tiempo tienes necesidades que implican demanda de bienes y servicios que para su satisfacción generarían una demanda adicional de  trabajadores, es así como una expansión de la oferta de trabajadores por vía de la inmigración en un mercado libre lejos de reducir los trabajos disponibles para los nacionales en realidad los expande. La inmigración asiática es evidente que creo empleo ya que por vía de sus restaurantes de comida rápida se vieron obligados a contratar mano de obra local para seguir expandiendo sus negocios, en el caso de la inmigración suramericana tenemos empresas que se formaron gracias a los conocimientos que traían estos y porque evidentemente teníamos que mencionarlo la inmigración haitiana favorece a una mayor división del trabajo como el profesor Huerta explica en la cita anterior. 

Debido a que muchos quizá no comprendan las implicaciones de la inmigración haitiana en la economía con lo dicho en el anterior texto me veo obligado a detenerme en este caso para explicarlo de una forma mas didáctica, cuando entra un haitiano es muy probable (según las estadísticas oficiales) que el mismo se dirija al sector de la construcción en donde aporta su fuerza de trabajo no especializado, en este punto debemos detenernos y recordar la división del trabajo conjuntamente con la especialización que esta trae, es decir el trabajo no especializado que ofrece un haitiano libera a un dominicano de tener que ocuparse en el mismo, ya este podría ser el maestro constructor de la obra o en una etapa mas alta el arquitecto o ingeniero, para el haitiano el mayor salario que se le ofrece aquí en contraposición a su país de origen es un beneficio individual y un aumento de su riqueza personal, del lado dominicano libera capital humano para actividades mas lucrativas o con menor esfuerzo físico como por ejemplo el sector turístico, así mismo están los beneficios indirectos al lograr construir viviendas mas accesibles para las familias, ese ahorro se destinará a otros proyectos empresariales que generarán mas empleo a los nacionales y en términos mas favorables.

Si rompemos la cadena de relaciones anteriormente definida al final lo que tienes son menos empleos y personas trabajando por debajo de su potencial, dicho de otra forma te encontrarías en  una situación en donde todos salen perdiendo, la creencia de que los inmigrantes quitan los trabajos en la academia se le llama falacia de la porción fija de trabajo, esa creencia pasa por pensar que los trabajos disponibles son como un bizcocho recién salido de la pastelería en donde solo unos cuantos podrán comer y que lo mas conveniente es que no aparezca alguien mas a reclamar un pedazo, pero de ahora en adelante no tendrás que preocuparte ya que entiendes que el mercado laboral  ¡no es un pastel!. 

 

 

 


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