Los Gavilleros: La Resistencia


En Azua estuvieron los generales Luis Felipe Vidal y Carmito Ramírez, estuvieron a favor de la resistencia armada contra los norteamericanos. De igual forma en Barahona los hermanos Manuel, Carlos y Jaime Mota. La mayor inestabilidad política, social y económica que arropó al país fue durante el mes de enero de 1917, que para aquel entonces el gobernador militar era Harry Shepard Knapp.

La Ley Marcial, que le dio facultad y poder a las fuerzas militares norteamericanas, impulsó al gobernador Knapp a ordenar juicios a los que se oponían a la ocupación. No importaba que fuera por armas, críticas públicas o escritos al gobierno. Sucedieron juicios relevantes como los casos de Gregorio Urbano Gilbert, Fabio Fiallo, Américo Lugo, Horacio Blanco Frombona y Manuel Flores Cabrera.

La Ley Marcial la declaró el Almirante Knapp, quien se declaró como Gobernador Militar y usurpó el cargo de Jefe de Estado al doctor Francisco Henríquez y Carvajal, el 29 de noviembre de 1916. El gobernador Harry Shepard Knapp alegó que “el gobierno dominicano ha violado varias veces la tercera cláusula de la Convención de 1907, la cual establece que hasta que la República Dominicana no haya pagado la totalidad de los bonos del empréstito, su deuda pública no podrá ser aumentada, sino mediante un acuerdo previo entre el gobierno dominicano y el de Estados Unidos”, de acuerdo con José C. Novas (pp. 61. Obra citada).

En la zona del Cibao había un grupo paramilitar guiado por Ramón Ulises Escobosa, quien cubrió las zonas de Santiago, Moca, La Vega, Salcedo y San Francisco de Macorís. Este traidor cobraba cuando perseguía a los opositores norteamericanos y los entregaba a ellos.

Este grupo fue que capturó a Cayo Báez. En el Este, cuna del gavillerismo, los patriotas cubrieron las zonas de Monte Plata, Bayaguana, San Luis, Los Llanos, Hato Mayor, El Seibo, Miches, San Pedro de Macorís, Sabana de la Mar, La Romana, La Llanura de Chavón en Higuey, entre otros lugares (pp. 82. Obra citada).

Además de los gavilleros, otras personalidades importantes defendieron la soberanía nacional, como las heroínas Abigaíl Mejía, Salomé Ureña y Ercilia Pepín, así como los intelectuales hermanos Francisco y Federico Henríquez y Carvajal, Tulio Manuel Cestero, Max Henríquez, Américo Lugo y Fabio Fiallo, entre otros. Sin ellos, la historia en contra de la 1era Intervención Norteamericana fuese distinta y oscura.

En Santo Domingo protestaron de forma pacífica. Los ciudadanos mantenían sus puertas y ventanas cerradas, la bandera dominicana cubierta de paños negros y no salían a las calles. También se protestó a través de artículos, obras de teatro, manifestaciones culturales y en canciones, poemas, etc.

En vista de que la opinión pública fue censurada, afectando así la libertad de expresión, la población dominicana de igual forma protestó contra la Primera Intervención Norteamericana desde periódicos. A esto se le llamó la resistencia escrita, que la misma actuaba paralelamente con la lucha armada que estalló en distintas partes de la República Dominicana.

Es por esa razón, que los militares norteamericanos ordenaron clausurar un periódico combativo llamado “El Heraldo Dominicano”. Fue una iniciativa que tuvo sus primeras ediciones en 1917 y fue auspiciada por los intelectuales Pascasio Toribio, Rogelio Guzmán, Dimas Frías y Doroteo Regalado. Finalmente, estos fueron multados y condenados, y por último El Heraldo Dominicano fue clausurado. Esto es de acuerdo con José C. Novas, en su obra “Los Gavilleros. La lucha nacionalista contra la ocupación 1916-1924”, en la página 107.

De igual forma, las luchas cívicas se hicieron sentir en todo el territorio nacional. La reconquista de la soberanía era un deseo de todos los dominicanos. Además, las protestas políticas fueron iniciadas por el Doctor Francisco Henríquez y Carvajal, quien reclamó de manera firme y coherente la salida de las tropas norteamericanas que estaban en el país. Quería que la Constitución de la República recuperara nueva vez su poder sobre el territorio dominicano.

Los intentos no pudieron desplazar al movimiento patriótico más grande que hizo frente a los norteamericanos en el Caribe, que fueron los patriotas gavilleros. 8 años no fueron suficientes, con rebeldía, incontables recursos y miles desolados, para imponerse sobre el patriotismo responsable que caracterizaba a Los Gavilleros, quienes estuvieron de acuerdo con pertenecer a un país libre y soberano.


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