Hace al menos cuatro años, y probablemente incluso antes del 2016, los legisladores actuales del PRM denunciaban los fondos de compensación social al que tenían acceso los legisladores del PLD como herramienta clientelar y compra de voluntades. Prometieron eliminar estos fondos denominados Barrilito y Cofrecito. Sin embargo, al parecer en aquellos tiempos la denuncia les sirvió para darse a conocer como músicos principiantes que tocan la guitarra en un bar en busca de apoyo popular.
Hoy tenemos a unos legisladores que hicieron campaña para traer un cambio, pero al entrar a la esfera del poder legislativo ya no es un bar sino un gran teatro. Dejaron la guitarra y consiguieron violines para armar una orquesta donde están tocando virtuosamente para intentar explicarnos que el senado está cambiando y la camara de diputados por igual pero les cuesta asumir los compromisos pendientes. Escuchamos titubeos, excusas, vemos malabares discursivos. Lamentablemente aun en la política dominicana una cosa es con guitarra y otra con violin.
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